El primer álbum de la colección de Las aventuras de Tintín, bautizado como Tintín en el país de los soviets, saldrá a la venta en color por primera vez hoy coincidiendo con el 88 aniversario de su publicación original, el 10 de enero de 1929.
La nueva edición del cómic, escrito e ilustrado por el artista belga Hergé y publicado en el suplemento Le Petit Vingtième, fue presentada ayer en el museo ferroviario Train World, en la estación de tren bruselense de Schaerbeek. Tintín en el país de los soviets,
el único álbum de las aventuras del periodista que todavía no había
sido reeditado en su versión en color, narra las aventuras de un joven
periodista belga y su perro Milú en un viaje a Moscú para escribir un reportaje sobre las políticas comunistas de Joseph Stalin.
Este álbum fue el primero de 24 historias que llevaron al mítico reportero alrededor del mundo, con viajes a lugares como el Congo, Egipto, India o China, e incluso al espacio, con un viaje de ciencia ficción a la Luna casi dos décadas antes de que los estadounidenses llegasen realmente al satélite en 1969. El director de arte del proceso de coloreado de la editorial Casterman, Michel Bareau, consideró ayer “un honor” trabajar sobre una “obra cerrada” como la de Hergé, pues “jamás volverá a haber una igual”. En declaraciones a Efe, Bareau afirmó que su trabajo está “por debajo del trazo de Hergé” y señaló que su labor no ha sido “la de una persona, sino la de un intérprete”.
En papel de periódico El artista valoró la dificultad del proceso de coloreado de la obra, para el que han necesitado localizar las planchas originales y eliminar los defectos en la impresión de la época, realizada en papel de periódico. Bareau señaló además el reto de distanciarse de las escenas anteriores a la hora de dar color a los dibujos, ya que el “universo de color” varía ligeramente desde el momento en el que Tintín emprende su viaje en Berlín, ciudad en la que el cielo tiene un tono azulado, hasta que llega a Moscú, donde el lector percibe “una atmósfera más pesada” a través del color.
“Nos pusimos en la piel de una persona del siglo XXI que descubre una obra de principios del siglo XX. No podíamos usar los colores de la tirada clásica de Tintín porque en los años veinte Hergé no tenía esa gama cromática, la técnica de impresión no lo permitía”, explicó el colorista. Por ello, el equipo artístico de Bareau ha intentado realizar un coloreado que “evoque” la época representada en la obra de Hergé y “apoye” el dibujo del ilustrador, un proceso que ha durado dos años y medio en total, con “dos años de trabajo muy intenso”.
Durante la mañana de ayer, un actor caracterizado de Tintín realizó un viaje en tren desde la estación de Midi hasta Schaerbeek en un vagón decorado con imágenes del joven periodista y sus compañeros de aventuras. La presentación de la versión en color de Tintín en el país de los soviets culminó ayer tres días de celebraciones de las aventuras del célebre reportero en Lovaina la Nueva, donde está el museo Hergé, y en Bruselas, una ciudad que se enorgullece de su héroe del cómic. La editorial planea vender medio millón de copias de esta nueva versión. Los 24 álbumes de Tintín, publicados entre 1929 y 1976, han vendido más de 250 millones de copias en todo el mundo en más de 80 idiomas.
Este álbum fue el primero de 24 historias que llevaron al mítico reportero alrededor del mundo, con viajes a lugares como el Congo, Egipto, India o China, e incluso al espacio, con un viaje de ciencia ficción a la Luna casi dos décadas antes de que los estadounidenses llegasen realmente al satélite en 1969. El director de arte del proceso de coloreado de la editorial Casterman, Michel Bareau, consideró ayer “un honor” trabajar sobre una “obra cerrada” como la de Hergé, pues “jamás volverá a haber una igual”. En declaraciones a Efe, Bareau afirmó que su trabajo está “por debajo del trazo de Hergé” y señaló que su labor no ha sido “la de una persona, sino la de un intérprete”.
En papel de periódico El artista valoró la dificultad del proceso de coloreado de la obra, para el que han necesitado localizar las planchas originales y eliminar los defectos en la impresión de la época, realizada en papel de periódico. Bareau señaló además el reto de distanciarse de las escenas anteriores a la hora de dar color a los dibujos, ya que el “universo de color” varía ligeramente desde el momento en el que Tintín emprende su viaje en Berlín, ciudad en la que el cielo tiene un tono azulado, hasta que llega a Moscú, donde el lector percibe “una atmósfera más pesada” a través del color.
“Nos pusimos en la piel de una persona del siglo XXI que descubre una obra de principios del siglo XX. No podíamos usar los colores de la tirada clásica de Tintín porque en los años veinte Hergé no tenía esa gama cromática, la técnica de impresión no lo permitía”, explicó el colorista. Por ello, el equipo artístico de Bareau ha intentado realizar un coloreado que “evoque” la época representada en la obra de Hergé y “apoye” el dibujo del ilustrador, un proceso que ha durado dos años y medio en total, con “dos años de trabajo muy intenso”.
Durante la mañana de ayer, un actor caracterizado de Tintín realizó un viaje en tren desde la estación de Midi hasta Schaerbeek en un vagón decorado con imágenes del joven periodista y sus compañeros de aventuras. La presentación de la versión en color de Tintín en el país de los soviets culminó ayer tres días de celebraciones de las aventuras del célebre reportero en Lovaina la Nueva, donde está el museo Hergé, y en Bruselas, una ciudad que se enorgullece de su héroe del cómic. La editorial planea vender medio millón de copias de esta nueva versión. Los 24 álbumes de Tintín, publicados entre 1929 y 1976, han vendido más de 250 millones de copias en todo el mundo en más de 80 idiomas.
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